ROCHERS-DE-NAYE
“Te daré un regalo de cumpleaños que nunca olvidaras…”
Mariia Sporan

Todo comenzó con esta frase y sucedió en verano. Ella sabía que yo siempre observaba esta montaña desde mi casa y anhelaba ver algún día el atardecer desde su cima. Y tenía toda la razón, la vista panorámica es impresionante. Desde el pico se puede disfrutar de vistas del Lago Lemán y los alpes suizos y franceses.
Se encuentra a 2045 metros de altura, se puede llegar caminando, es una ruta de senderismo para los más intrépidos “eso… si quieres tomarte todo el día para allegar a la cima”. Pero ese no fue nuestro caso.

Describiré como fue el trayecto de ida:
- Salimos en coche desde mi casa en Montreux hasta el Restaurante “Le Coucou” ubicado en Caux. Un trayecto de alrededor de 10 kilómetros por una carretera zigzagueante.
- Allí aparcamos el coche para luego tomar el tren cremallera de la Compañía férrea MOB que nos llevaría hasta cima de la montaña.
Una vez en la cima, puedes hacer un picnic contemplando la inmensidad de los Alpes y el brillo resplandeciente de las aguas del Lago Lemán, también hay un restaurante en el cual puedes saborear deliciosos platos de la región tales como la Fondue o la Raclette.
Por supuesto, podrás pasearte por los muchos senderos que discurren por esta montaña. Y si se trata de pernoctar, en la cima también encontrarás unas Yurtas donde puedes alojarte para luego en la mañana ver un hermoso amanecer desde lo más alto (una costumbre de la cultura suiza). Pero no te preocupes si se acerca el ocaso, desde aquí puedes ver un atardecer de ensueño cuando el sol se oculta tras la cadena montañosa del Jura.
No lo sabía, pero es allí donde vive Santa Claus en la época de Navidad, cuando todo está cubierto de nieve, él recibe a sus invitados desde el 21 de noviembre hasta el 24 de diciembre para celebrar juntos la Navidad. Aquí encontrarás más información +
La aventura
Para el descenso, no utilizamos el tren, optamos por caminar tomando uno de los senderos que descienden de la montaña en dirección hacia MONTREUX. Supuestamente mi amiga conocía el camino ya que lo había recorrido con su familia anteriormente. Pero una distracción de ella por ir jugando con su teléfono, hizo que nos equivocáramos de dirección y nos adentráramos en el bosque.
Ya estaba oscureciendo y bajo el dosel es fácil perder la orientación, hay menos luz solar, por lo tanto tendríamos que recurrir a la luz de nuestros teléfonos y desafortunadamente quedaba muy poca batería, la cual teníamos que reservar en caso de que tuviéramos que llamar para que nos vinieran a rescatar. Era urgente que encontráramos de nuevo el camino, ya que cuando cae la noche baja la temperatura y la actividad de los animales salvajes se intensifica.
Finalmente, después de divagar en la oscuridad encontramos una pequeña carretera forestal, la cual continuamos en descenso. Unos kilómetros más adelante encontramos un chalet de montaña, tocamos a la puerta y su propietario nos dijo que no nos preocupáramos, que tan solo nos faltaba un kilómetro y medio para llegar al parking donde habíamos dejado el coche.
Si, ella tenía razón… nunca olvidaré ese regalo de cumpleaños !!